La poesía de Horacio rezuma la tristeza vital de su época, la nostalgia de la virtuosa Roma y el anhelo de un futuro esperanzador. Esa mirada irónica y una expresión ambigua es lo que persiste en sus -Sátiras-, y la expresión máxima del anhelo de una vida armoniosa en sus -Epístolas-; ambas obras arrancan las grandes tradiciones de sátira y epístola de todas las literaturas europeas. El -Arte poética-, que la preceptiva neoclásica consideró un tratado poético, cierra con brillantez irónica esta obra de Horacio.